A los integrantes de Depeche Mode no les
gusta ser entrevistados. Hacen todo lo posible para
evitarlo, pero igual tienen un éxito inusualmente parejo
a lo largo de los años. Es posible que algunos de los
primeros fans hoy prefieran a Erasure, o que
directamente hayan dejado de lado el interés por la
música, pero la banda aun tiene una envidiable legión de
seguidores en todo el mundo, y su entusiasmo permite
giras de enorme éxito y discos de excelentes ventas. Son
estrellas pop, sin duda alguna, aunque en Alemania sigan
siendo admirados por sus caritas en Estados Unidos por
una actitud que emparentan a The Cure y New Order.
Con la reciente edición del simple "Enjoy The Silence" y
el LP "Violator", accedieron a una nota después de mucha
resistencia. Se hizo por separado, con Martin Gore tras
regresar de un viaje de promoción de su álbum solista y
con Alan Wilder en un apacible pub londinense.
"Violator", su primer disco de material nuevo después de
"Music For The Masses" del 87, sigue mostrando la
constante evolución del grupo, y a pesar de diez años de
sufrir los adjetivos de "pervertidos", se animaron a
llamarlo de esa manera.
Martin: El título es un chiste, así como "Music for the
masses" (música para las masas) era una broma para
referirse a un disco poco comercial. Pero poca gente se
da cuenta de nuestro humor.
Alan: Aquella vez nos trataros de arrogantes! Tenemos
más humor del que creen todos.
¿A caso "Violator" representa un nuevo cambio?
Alan: Si, hasta en los detalles mas cotidianos.
Generalmente preparamos un disco después de muchas
reuniones sobre el concepto del sonido que queremos
tener, luego hacemos mucho trabajo con los sonidos, y
recién al final grabamos el LP. Esta vez, en cambio,
hicimos la menor cantidad posible de pre-produción.
Martin: Creo que a lo largo de los últimos años hemos
perfeccionado cierta fórmula de trabajo, pero quisimos
que el primer disco de Depeche Mode en la década de los
noventa fuera diferente.
Alan: El resultado para mi es un disco menos denso que
los anteriores. Es mucho más directo. No creo que ser
dark no sea nada malo. Hay radios que en realidad no
quieren pasar nuestros temas, pero tienen que hacerlo
porque se lo piden los oyentes. Es bueno que haya bandas
como la nuestra, para contrarrestar tantas bobadas tipo
Kylie Minogue.
Martin: Nuestro problema es que nunca nos censuraron,
sino que simplemente nos relegaron a horarios
deterninados. Incluso tubieron ciertos inconvenientes a
partir de "Personal Jesus", pero en Estados Unidos lo
tomaron como un homenaje a ka religión. ¡Ha! Parece que
uno puede salirse con la suya si consigue buenas
melodías pop.
De todas formas convengamos que los temas siempre
juegan con tabúes.
Martin: Es que no puedo hacer un tema pop típico! Para
mi un tema agradable está inconcluso, no está contando
toda la historia. Por eso le di un final especial a "Somebody",
porque la canción venía demasiado linda. Dicen que soy
medio cínico sobre el amor, y quizá lo sea, pero creo
que es una visión muy interesante. Sino sería igual que
el resto de los temas del chart. Toda relación humana
tiene su costado oscuro, y yo quiero contarlo.
Esta vez, las letras hablan de las virtudes de mentir y
el voyeurismo, un constante uso del concepto de pecar...
Martin: El pecado siempre está presente. Nunca tuve una
real fe cristiana, pero durante dos años fui
rigurosamente a misa, y el resultado de esa experiencia
salta a la vista. Estoy particularmente obsesionado con
la idea del bien y del mal, e incluso estoy leyendo
varias cosas sobre magia negra, pero todavía no saqué
ninguna conclusión.
Supongo que mis canciones parecen exaltar de
inmortalidad, pero si se las escucha detenidamente
tienen cierto sentido de culpa. En "Halo", uno de los
temas del nuevo disco, es verdad que digo "hagamos
esto", pero hay un real sentimiento de culpa. También
está "Blue Dress", ¡es una letra bien pervertida! La
idea es mirar a una chica vestirse y darse cuenta que
"eso es lo que hace girar al mundo".
Hay un tema que menciona que los placeres y la
gratificación son lo más importante, algo medio
existencialista, ¿no?
Martin: Si, "World in my eyes" es un tema muy positivo.
Dice que el amor y el sexo y el placer son cosas
positivas. Y no me importa hablar del existencialismo
porque estoy seguro que tengo influencias de ese tipo.
Creo que Camus, Brecht y Kafka me pegaron tan fuerte
como las canciones pop. Fijate que en "Black Celebration"
aparece como positivo el hecho de celebrar el fin de
otro día gris...
¿Por qué la prensa de Rock nunca los trató realmente
bien?
Alan: es parcialmente cierto que hemos sido
malinterpretados, pero sería mejor decir que hemos sido
ignorados. Creo que nuestro mérito y trabajo han sido
pasados por alto completamente. Hasta determinado punto,
no nos ha perdonado alguna de las primeras cosas que
hicimos, y en realidad éramos demasiado agradables. Y
aunque ese era el atractivo, también saturó a la gente.
Martin: También creo que hemos quedado resentidos por
eso. Cada vez que planificamos una nueva campaña para
apoyar el lanzamiento de un disco, sentimos que vamos a
merecer los mismos comentarios irónicos de algunos
periodistas que no quieren ver lo que hacemos
actualmente. Comenzamos a los 18 años y hemos crecido en
público. Al principio nos juntaban con gente como Duran
Duran y Spandau Ballet, que no tenían nada en común con
nosotros, y hay quienes no nos han perdonado.
Un largo y extraño viaje, como dirían los Grateful
Dead.
Martin: Si, ha sido un viaje realmente especial. Uno se
olvida el cuán exitoso que es. Según las estadísticas de
Record Mirror, solo el legendario Cliff Richard ha
metido más temas que nosotros en el Top Ten. Encima,
hemos evolucionado. La mayoría de las bandas que siguen
en actividad después de tanto tiempo suelen ser más
parejas. Si yo escuchara uno de los temas nuevos y luego
uno viejo, como "Dreaming Of Me", no entendería nada.
Alan: Es bastante extraño que hayamos durado tanto.
Ahora que salen tantas retrospectivas sobre los años
ochenta, me doy cuenta cuánta gente quedó en el camino.
Supongo que hemos sobrevivido porque no nos subimos a
las modas de turno. Hemos estado dentro y fuera de la
moda, y ahora parece que volvimos a estar en el
candelero porque la gente que hace house nos menciona
como sus mayores influencias.
Martin: Leí, que Kevin Saunderson, de Inner City, citó a
"Get The Balance Right" como primer trabajo House. Es
una frase graciosa y linda a la vez.
Alan: Pero a la larga nos quedamos con nuestras raíces
de música electrónica. Seguimos siendo bastante
inclasificables porque escuchamos cosas tan dispares
como doo wop, música clásica y Thrash Metal. Y la
constante son las canciones de Martin, que tienen un
estilo particular y características como la fuerza, la
simpleza y la melodía clave.
Antes de "Violator" sacaron el disco grabado en vivo
¿Qué sientes con respecto a los recitales?
Alan: Nada, no me excita en lo absoluto. Para mi, salir
de gira, es un mal necesario. Antes me encantaba
recorrer el mundo para ser visto por miles de
espectadores, pero ahora me resulta secundario. Lo
principal es grabar discos. Todos dicen que dos horas de
show justifican todo, pero para mi no. Me parece una
frase hecha.
¿Y qué se siente ser una estrella de pop?
Martin: Siempre hemos intentado permanecer bastante
anónimos. Yo salgo de noche y voy a lugares comunes,
como los pubs, y no tengo mayores problemas.
Insólitamente, a medida que pasa el tiempo, aunque la
situación no varíe, me siento un poco más prisionero de
la fama. Creo que se trata de una mayor paranoia.
¿Algo que no repetirían?
Martin: Hablamos de esto a menudo... a mi no me
gustan muchas cosas de nuestros comienzos, como el tema
"A Broken Frame" y "People Are People", que era
demasiado lindo.
Alan: Hay miles de cosas! Hacer "Hold tight" con esa
ropa y marco tan idiota, salir en la tapa de Smash Hits...
¿Nada más?
Martin: ¿Por ejemplo mi imagen travesti durante casi dos
años?
Si.
Martin: Lo sabía. Realmente no sé por qué lo hice. No
puedo creer que estaba tan alejado del escándalo que
estaba produciendo, pero me divertí mucho.
¿Los demás no trataban de hacerte reaccionar para
dejar esa actitud?
Martin: Constantemente. Me decían, "No vas a pretender
subir al escenario con esa ropa, ¿no?".
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