Transcripción |
Espíritu
Revolucionario
A treinta y
siete años de su formación, Depeche Mode
consiguió evolucionar disco a disco, sin
traicionar jamás su esencia, para mantener
siempre encendida la llama. Dave Gahan
explica cómo el grupo mítico consigue
mantener la rebeldía cuando se acaba de
editar Spirit, decimocuarto disco de la
banda, y se confirmó una nueva visita a
Buenos Aires el 24 de marzo de 2018.
Con Depeche Mode, desde su Inglaterra de
clase media, Dave Gahan conoció un éxito
absolutamente increíble: estadios, miles de
fans y tanta plata como para no tener idea
de qué hacer con ella. Con Depeche Mode
también conoció las adicciones, los intentos
de suicidio, las sobredosis y los
tratamientos de desintoxicación.
Pero Dave está limpio desde hace años. Se
considera bendecido por haber encontrado la
paz en Nueva York, donde vive en familia
desde hace unos veinte años. Dave espera en
la mesa del restaurante de un hotel
cualquiera, en el barrio de Tribeca, a unas
cuadras del WTC. Tiene puesta una remera
negra, una campera de cuero y anteojos de
sol. Su barba de tres días no logra cubrir
del todo su zigomático, siempre listo para
activarse con una mueca. El resultado: a los
cincuenta y cuatro años, a pesar de los
excesos de una vida alocada, todavía parece
tener cuarenta.
Dave Gahan creó, junto con algunos otros, la
mitología del “rock-star”, a pesar de hacer
pop con sintetizadores. ¿Sexo, drogas y new-wave
para siempre? En lo que respecta a la
música, sí. A través de ella, y junto con
Martin Gore y Andrew Fletcher, sigue
expresando una
visión del mundo que muchos, sobre todo si
tenemos en cuenta los comienzos más
edulcorados dela banda, se negaron a ver
durante mucho tiempo.
Así se podría abordar Spirit, el nuevo disco
de Depeche Mode, que Dave Gahan, en parte,
escribió y compuso. Ni excéntrico ni
revolucionario en comparación con la
historia de la banda, es un disco de músicos
que supieron mantenerse dignamente durante
más de treinta y cinco años de carrera, que
incluso fueron perfeccionando su seriedad y
su credibilidad con el paso del tiempo. De
esta vida que se debate entre un éxito
enorme con el público (cien millones de
discos vendidos y giras mundiales de varios
meses, sin contar sus proyectos como
solista) y un desprecio relativamente
frecuente por parte de la crítica, Dave
aprendió cierta prudencia. La prudencia, si,
como en los personajes de las
peliculas que, después de haber vivido todo
en el mundo de los hombres, enlentecen el
ritmo y reflexionan sobre el recorrido
hecho. Y que, en el camino, van
proporcionando lecciones sobre la vida, los
personajes, y todo eso.
Y si bien Spirit es una prolongación de una
historia ya escrita (y más o menos archivada
junto con los mitos), también es objeto de
una destreza musical que sigue rebelándose,
diciendo que no, probando cosas,
permaneciendo sombría y profunda cuando
perfectamente podría costearse todos los
lujos, todas las facilidades respecto de
productores y de remixeadores.
El disco fue producido por James Ford, la
mitad de Simian Mobile Disco, que ya había
sido productor de Foals, Florence & The
Machine, Arctic Monkeys... Una primera
colaboración para un decimocuarto disco
apasionante de a momentos, sobre todo en los
pasajes más despojados (aunque solo fuera
por “Cover Me”, el discovaldría la pena
ampliamente).
Por otro lado, Depeche Mode sigue, en sus
textos, preguntándose por la espiritualidad,
la relación con el mundo y consigo mismo, la
necesidad del arte y el aire a revuelta que
hay un poco en todos lados hoy en día. Temas
sobre los que Dave Gahan se explaya mientras
toma un café.
ENTREVISTA>
¿Todavia sentías presión cuando sacás un
disco nuevo?
Hay mucha más presión en el momento de
hacerlo que en el momento de sacarlo. Cuando
uno prepara un disco, quiere que
sea lo mejor posible y darle todo lo que uno
tiene. Un poco de tensión puede ser algo
bueno. Siempre es necesario un desafío. De
hecho, por eso trabajamos con nuevas
personas en Spirit, como James Ford en la
producción.
James tenia hambre de trabajo. Es un desafio
para él también ya que conocía muy bien la
música de Depeche Mode. En el estudio, la
dificultad fue pensar por fuera de lo
establecido. Y lo establecido, claro, es
Depeche Mode. Un buen productor te permite
eso.
¿Por qué James Ford?
Estaba bien arriba en mí lista. Me encanta
lo que hizo con Arctic Monkeys. Y me encanta
Simian Mobile Disco. Estuvo bueno lo que
conseguimos con Ben Hillier en los tres
discos anteriores, pero ya se había vuelto
todo demasiado familiar, demasiado obvio.
Necesitábamos
nuevos desafíos antes de que se volviera
aburrido. Cuando grabo un disco, no quiero
tener la sensación de que estoy yendo a
trabajar.
¿Qué le aportó al sonido de Depeche Mode?
De todo, muchas cosas. Dio mucho de él para
este disco. Laburó mucho, como músico y como
productor. Quisimos crear un clima de estar
en vivo. James es el tipo de persona que
agarra cualquier instrumento y lo domina
perfectamente en un par de horas. Así, solo
por probar. Es lo que hizo con la pedal
steel, por ejemplo, que aparece en la
canción “Cover Me”.
¿Estuviste involucrado una vez más en la
composición del disco o lo escribió Martin
Gore solo como hacían hasta Exciter?
Si, siempre con Martin. Entre los dos ya
teníamos veinticinco canciones cuando
llegamos al estudio. Y capaz que algunas
más. Había mucho por hacer, muchas pistas
por explorar. No fue fácil dejar de lado
ciertas canciones... Pero al cabo de varios
meses, hubo para cada una de las canciones
con las que nos quedamos un momento preciso
en el que sentí que funcionaban, y ahí es
cuando mi otra función entra en juego:
cantar aportando el máximo de humanidad.
La definición de las funciones en el seno
de Depeche Mode tiene una larga historia...
En la historia de la banda, las funciones
estuvieron justamente demasiado definidas.
Después de tantos años de trabajar juntos,
hay que obligarse a reinventarlas. Tal vez
sea lo más difícil de conseguir, pero hay
que intentarlo. Para mí, los momentos en que
me siento con menos confianza son las
primeras semanas de grabación. Me sigo
preguntando qué será del disco, por qué
hacemos lo que hacemos, por qué lo seguimos
haciendo, si realmente lo quiero hacer... Y
luego, en un momento, hago clic. A veces
puede ser respecto de un solo sonido. ¿Ves
cómo es el proceso? Es el proceso de lo
desconocido. Hay algo mágico en eso. Y por
eso estoy acá.
Como solista o con Soulsavers, tenés
proyectos por fuera de Depeche Mode. ¿Es el
secreto de la longevidad?
Al menos ese es mi secreto. Esos proyectos
me fuerzan a salir de mi zona de confort, a
ir ahí adonde no iría con Depeche Mode y el
ejército de personas que gravitan alrededor
de la banda. Tomar distancia estimula la
creatividad.
Las letras de Depeche Mode a menudo giraban
alrededor de la fe, del pecado, de la
redención. ¿Pensás que sigue siendo así?
Uno siempre intenta redimirse de algo, ¿no?
Así que la vida es una sucesión de
redenciones. Hay una dimensión de desastre y
de catástrofe en esa palabra: "redención".
Son cosas que se expresan muy bien en la
música y en el arte en general. La
desesperación del mundo se expresa así, aun
que a veces es delicado para los artistas,
ya que no necesariamente es algo con creto y
real en sus vidas. Pero es dificil definir el
tema preciso de una canción...
"Where's the Revolution", el single del
disco, ¿es una pregunta real que le están
haciendo a la gente?
Le preguntamos al mundo adónde fue a parar
la idea revolucionaria de un espíritu común
a todos. Se debería explorar la idea de
unión mucho más que la de división. Vivimos
en un mundo guiado por la un idea de ser más
fuerte o más rico que el prójimo. Como si
separar a las personas del fuera un objetivo
a alcanzar. Yo no pienso así y, a riesgo de
parecer ingenuo, creo que la mayoría de la
gente tampoco piensa eso. Aquellos que
detienen el poder nos quieren persuadir de
lo contrario. Quieren imponer el temor. En
los Estados Unidos, por ejemplo, nos incitan
a tener miedo de los musulmanes. ¡De todos
los musulmanes! Es ridículo y deprimente...
Soy consciente de que soy tan solo un
entertainer, pero me alegra y me siento
agradecido de poder expresar este tipo de
cosas en la música.
Hace veintisiete años dejaste Inglaterra
para mudarte a los Estados Unidos. ¿Se puede
escuchar “Where’s the Revolution” como una
respuesta al triunfo de Trump? ¿Cómo
reaccionaste frente a eso?
Ese triunfo es una locura, es absurdo. Pero
es así. El país votó. Ganó la mayoría. En
fin, no fue realmente la mayoría... Creo que
todos somos responsables por lo que pasa.
Sin embargo, también pienso que es tan solo
algo pasajero. Se entierra él solo todos los
días y recién empezó su mandato. No me gusta
mucho aventurarme en el terreno político,
pero en este momento es dificil no hacerlo.
Mientras llega el fin de este momento
“pasajero”, ¿qué pueden hacer los artistas?
Hay que mantenerse positivo y usar, cada uno
en la medida que puede, sus propios medios
de expresión. Para eso sirve el arte, para
compartir ideas. De verdad creo que
colectivamente podemos cambiar las cosas.
Este año, Depeche Mode les permite a los
fans inscribirse para manejar la página de
Facebook de la banda durante un día. ¿Es una
manera de decir: “tomen el poder”?
En cierta manera, sí. Es una forma de hacer
que la gente se exprese individual y
colectivamente. Cuando llegué a Nueva York,
vi por primera vez a mucha gente muy
distinta que vivía junta. Acá, poco importa
la religión, el color de la piel o la
cultura de cada uno, todos formamos
parte de un todo. ¡Y Nueva York es una isla!
La prueba de que es posible que no nos
maternos entre todos.
Después de todos estos años, ¿seguís
encontrando lo que viniste a buscar cuando
dejaste Los Ángeles?
Abandoné L.A. por una razón muy precisa (N.
de la R.: dejarla droga definitivamente,
después de años de adicción). Quería cambiar
de vida y alejarme de algunas cosas tanto
como me fuera posible. Vine a Nueva York
porque me di cuenta de que en Los Ángeles
estaba en peligro. Me
ponía a mí mismo en peligro. Y también me
ponían en peligro las personas que estaban
alrededor. Me tenía que ir sí o si.
Hace dieciocho años que estoy casado con mi
esposa, Jennifer. Fundé una familia
magnífica. Estoy orgulloso de mis hijos.
Ahora tengo una vida privilegiada. Eso no
quiere decir que no me importen las personas
a mi alrededor pero sí sé lo que
verdaderamente importa. Cuando
llegamos a Nueva York, nos volvimos la parte
de un todo. Es dificil dejar esta ciudad una
vez que estuvimos acá. Si te aburrís de
Nueva York, ¡el aburrido sos vos!
El consumo de masas, la cultura dela ¡ndividualidad,
la estética S&M, hoy la revuelta popular: a
través de sus canciones y de su puesta en
escena, Depeche Mode siempre anticipó
algunos movimientos de la sociedad.
Depeche Mode siempre fue una burbuja. Pero
musical y culturalmente, reflejamos algo
importante. Durante mucho tiempo, los
críticos de rock no entendieron eso. Se
limitaban a hacernos preguntas, tipo “¿por
qué no tienen baterista?” o “¿por qué tanta
electrónica?". Era absurdo.
Nunca nos interesó reproducir cosas que ya
existían. Siempre buscamos algo por fuera
del margen, lo que estaba recién germinando.
Todavía hoy, en el estudio, si algo parece
demasiado normal, alguien dice: “¡Hagámoslo
más raro!”. Todos venimos de la clase media
inglesa, en la que reina una gran
normalidad, un gran aburrimiento. Nuestro
punto en común, a través de la música,
siempre fue querer escapar de eso.
El nuevo disco se llama Spirit. ¿Cuál es tu
relación con Dios hoy en día? ¿Cambió con el
paso del tiempo?
Creo, como decía al hablar de "Where’s the
Revolution”, que hay un espíritu que nos
vincula a unos con otros. No sé qué es ese
espíritu, pero vi demasiadas coincidencias
extrañas en mi vida como para pensar otra
cosa. Espero que este disco haga que la
gente se interrogue sobre sí
misma y quienes los rodean.
Nuestra condición en esta Tierra es hacer
elecciones. Ya sea para comprometerse
políticamente o elegir un plato en un
restaurante. Claramente algunos tienen menos
libertad en esas elecciones porque son
víctimas de la opresión. Para mí es muy
fácil. Me podría quedar en mi bello
departamento, en lo alto de mi torre,
mirando Nueva York el resto de mi vida. Pero
mi desafío es poder compartir algunas cosas.
La
música le da sentido a esa idea.
Cuando pensás en tu vida, ¿te da la
sensación de haber vivido más intensamente
que miles de personas juntas?
Al envejecer, aprendí a aprovechar el
momento, sin preocuparme por lo que pasó,
por lo que pasará o por lo que no pasará.
Esta forma de pensar me aporta una gran
libertad para elegir. Ya no necesito las
drogas para tomar distancia respecto de mi
persona y de mí vida. Puse
una energía enorme, cuando era más joven, en
intentar alejarme de mí mismo. Luego aprendí
a aceptarme. Algo que claramente es un
camino hacia la aceptación de los otros.
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